29 de diciembre de 2012

141 | Camina...

Camina descalzo. Nota el tibio asfalto en las plantas de los pies y siente su cuerpo conectado con su esencia.  Hace ya más de una semana que dejó las chanclas en el armario y no las ha vuelto a tocar. La sensación es agradable, piensa. Ojalá no tuviese que volver a llevar zapatos nunca más.

El camino hasta la playa es corto y él lo ha recorrido un sinfín de veces estos meses. Sin embargo, consigue verlo con ojos de sorpresa cada día. Como si fuera la primera vez. De nuevo.

Frondosos árboles a ambos lados cubren el cielo. Unos pasos más allá se transforman en palmeras gigantes, rodeadas de cocos que florecen. Se fija en una pequeña ardilla que recorre el cableado eléctrico en las alturas. El viejo puente de madera siempre está en el mismo lugar para ayudarle a atravesar la ciénaga. Y al final… al final la verja de color verde que separa el mundo real del mundo onírico.

Atreverse a cruzarla es pasar al mundo de los sueños. Desde esa posición una gran isla se deja entrever en el horizonte. Sólo llega a apreciar la belleza e inmensidad de ese paisaje en el momento en el que el sendero termina, para transformarse simplemente en arena sin fin. Cangrejos transparentes caminan frenéticamente por ella, fabricando sus hogares. En ese momento la brisa cálida le golpea, recordándole que lo que sus ojos ven es real. No es una fotografía. No es una película. Ha pasado a ser rutina del día a día.

Deja la camiseta en el suelo de cualquier manera y empieza a correr. Es una adicción que ya no puede dejar desde el momento en que cruzó aquella meta con lágrimas en los ojos, en la que habían a su alrededor miles de personas animando. Parece que fue hace tanto tiempo… ahora se centra en intentar tomar fotografías mentales del recorrido, pues sabe que en poco tiempo esa maravilla no estará disponible a tan pocos pasos de distancia en su vida.

A esta hora de la tarde el calor no es tan intenso, el sol se pone dejando a su paso colores cálidos y la temperatura ambiental es perfecta. El contraste del agua, ligeramente más fría, es ideal para relajar los músculos después del ejercicio. Tras unos minutos de meditación en los que el tiempo se suspende, observando sin juicio las nubes, el cielo, las montañas, las islas y personas que le rodean, algo en su mente le apremia para volver. Cree que por hoy ha sido suficiente.

Ha vuelto a conectarse con la naturaleza y ése era su objetivo.

La vida sin embargo no piensa de la misma manera. Caminando por la arena encuentra con sorpresa varios pequeños peces agonizando.  Devolverlos al mar y contemplarlos es una tarea que le mantiene ocupado hasta que, para su sorpresa, la oscuridad se ha hecho dueña del paisaje. El cielo está despejado, algo insólito en estas latitudes. La luna llena se deja ver, iluminando el camino de vuelta. Puede apreciar incluso los grises contrastes de la misma, con una claridad inusual que no había experimentado antes.
   
Su luz no es la única que sus sentidos captan. Unos metros más allá, alguien ha encendido una gran hoguera. Alcanza a ver fugazmente la silueta de un hombre que se marcha conduciendo una moto, como si tuviera prisa y no quisiera pararse a contemplar su creación. Un tocón de árbol centenario le sirve como asiento durante lo que a él le parece un largo espacio de tiempo, dedicado para apreciar cómo las llamas rojizas e incansables devoran los restos de madera seca y el humo realiza piruetas, para acabar formando extraordinarias figuras que se desvanecen en la noche. 

Las brasas finales le indican que ahora sí que es momento de emprender el camino de vuelta, respirando…

23 de diciembre de 2012

140 | Cambio Continuo

En Langkawi por suerte no se acabó el mundo hace dos días. Me apasiona vivir, así que hubiera sido todo un disgusto. Iba a poner una p***da, pero luego me he acordado que aquí no puedo escribir esas cosas. No estoy seguro de si en el resto del mundo se terminó la cosa o qué, pues no veo las noticias.

Lo que si está habiendo a escala global -y no empezó el día 21- es un cambio de conciencia y en mi opinión a eso se referían los antiguos con todos esos calendarios extraños y profecías varias. El tiempo se acelera a causa de la evolución tecnológica y científica que lleva a cabo el ser humano desde el inicio de sus tiempos: ahora podemos vivir y aprender en un día lo que antes se tardaba un mes y en un mes lo que anteriormente se aprendía o se vivía en un año. Todo se acorta espectacularmente en cuanto a tiempo invertido, no sólo en términos concretos, como puede ser en nuestra comunicación, viajes, relaciones o aprendizaje, sino en términos generales. También la propia evolución e historia de la humanidad se acelera. Al menos, a mí me gusta creer todo esto. A Terence McKenna me parece que también, pues lo explica mejor que yo en este vídeo:


Individualmente es momento de cambios, de dejar de vivir en la inopia para pasar a caminar hacia tus sueños, pues ellos te llevan a tu verdadera misión en la vida. Volver a tus orígenes, a la vida real y no a la que te han montado unos cuantos inconscientes. 

Será por la crisis global que nos ha hecho replantearnos tantos valores, será porque no queda mucho para que acabemos por destruir este planeta o será por esa aceleración de la que habla McKenna, pero cada vez encuentro más personas que están ahora despertando, dándose cuenta de lo que de verdad importa. A mí esto es lo que me importa: 

Amar. A mi mismo, pues es mi vida la que estoy viviendo en este momento. Querer y respetar a todas las demás personas del planeta ya que todos somos uno, no hay diferencia entre nosotros. Sentir un profundo respeto por todos los seres vivos -y no vivos- que comparten este maravilloso lugar con nosotros en el universo. Amar a la vida misma y a quienquiera que nos haya puesto aquí. La buena noticia es que todo ese amor lo tenemos en nuestro interior, no hace falta buscarlo fuera.

Aprender. Sobre y de mi mismo, sobre el ego, conciencia, posibilidades y mi misión personal aquí, sobre lo que significa la vida, sobre el universo y su creador. Aprender sobre los demás. Todo ese aprendizaje lo tenemos en nuestro interior, no hace falta buscarlo fuera. Qué gran error éste de buscar siempre las enseñanzas y respuestas a preguntas existenciales en lugares ajenos a nosotros.

Disfrutar. De cada segundo de mi existencia, pues estoy vivo y ese es el mayor regalo posible en este instante, disfrutar de la vida y la belleza que me rodea, de todas las posibilidades que tengo en frente, disfrutar de los demás y hacerles disfrutar. Toda esa capacidad de disfrute la tenemos en nuestro interior también.

Todo lo demás es secundario y si algo entra en conflicto con estas premisas, probablemente es un camino que no lleve a ninguna parte más que al sufrimiento y a la inconsciencia.

En un viaje como éste, sin fecha de vuelta, todo cambia constantemente. Un cambio mucho más rápido de lo que estaba acostumbrado en mi vida en Barcelona. La percepción del tiempo se vuelve realmente extraña. Las personas, los lugares, tu mismo... aceptar ese cambio y dar gracias a la vida es lo mejor que puedo hacer.

Este cambio también provoca que la rutina no se adueñe de mis pensamientos ni que mis opiniones se vean afectadas por la visión de otras personas. Como consecuencia, me ayuda apreciar con más claridad lo que significa vivir, a sentar unas bases de lo que significa para mí el estar vivo y lo que quiero hacer con ello. Unas bases a las que poder acudir cada día y, a su vez, unas bases a las que incluso pudiese acudir si se derrumbara todo a mi alrededor: ¿Qué te queda como ser humano cuando tu trabajo termina, cuando pierdes todas tus posesiones y no tienes dinero, cuando mueren tus seres queridos, cuando te diagnostican una enfermedad incurable?

Muchas veces este tipo de calamidades ocurren en nuestra vida precisamente para que en ese momento sentemos esas bases, si no lo hemos hecho antes. Ahora piensa bien antes de cerrar esta ventana del navegador si quieres seguir obviando este hecho o te vas a parar un rato a reflexionar acerca de ello.

Supongo que a todo esto es a lo que se refieren los viajeros cuando dicen que viajan para encontrarle un sentido a su vida...

¡Feliz navidad desde Malasia!


17 de diciembre de 2012

139 | Dinero Invertido y Ganado el 2º mes

Segundo mes del viaje. Cambio el título de la entrada a dinero invertido y ganado, en vez de gastado, como me recomendaron. Mucho mejor así, se ajusta más a la realidad, pues este viaje está siendo una inversión increíble en conocimiento del mundo que me rodea, de mí mismo y de otras personas y culturas.

Mejor no asustarse al ver las cifras. Igual que en el post anterior, desgloso por semanas el dinero gastado y luego el total del mes:

1ª SEMANA – Gastados en total 164 RM (41 EUR) de los cuales:
-24€ comida / 12€ alquiler moto / 5€ otros
Nota: Semana de visita a diferentes lugares recónditos de la isla en moto y teniendo tiempo para reflexionar.

2ª SEMANA – Gastados en total 142 RM (36 EUR) de los cuales:
-24€ comida / 12€ otros
Nota: Semana muy tranquila, de ir a la playa, hacer skimboarding, ver puestas de sol y conocer muchas personas interesantes en la guesthouse.

3ª SEMANA – Gastados en total 187 RM (47 EUR) de los cuales:
-29€ comida / 8€ cervezas / 6€ tour en barco / 4€ otros
Nota: Visitando islas de alrededor, yendo a pescar, alquilando motos, escribiendo, leyendo...  

4ª SEMANA -  Ganados 145 RM (36 EUR) y Gastados 861 RM (214 EUR) de los cuales:
-21€ comida / 174€ alojamiento/ 14€ viajes en barco, cine / 5€ otros
Nota: El gasto en alojamiento de todo el mes completo se engloba en esta semana, ya que pago de forma mensual, no día a día. Más sencillo para mí.


TOTAL DINERO GASTADO 2º MES
98€ comida / 174€ alojamiento / 40€ ocio / 26€ otros = 338 EUR

TOTAL DINERO GANADO 2º MES
36 EUR al empezar mi nuevo trabajo esta última semana.


Casi la mitad que el primer mes, al no moverme de la isla. Aquí parece normal gastar esa cantidad, cuando uno pasa de utilizar Euros a Ringitt un chip cambia en la mente y las cuentas van de otra forma. Sin embargo, sé que mirándolo con ojos Europeos es MUY barato vivir aquí. 

Tuve la suerte -utilizo esta palabra aunque ya he dejado de creer en ella- de trabajar durante un tiempo en La escuela de Inversión, una comunidad virtual en la que proveíamos educación financiera. Allí aprendí cosas tan básicas e importantes como el ahorro mensual, el no pedir préstamos al banco, el no utilizar tarjetas de crédito sino de débito, el que alquilar muchas veces es mejor que comprar y que la mejor inversión que puedes hacer no es en acciones, empresas ni oro, sino en ti mismo.

El dinero, como casi todo en la vida, es emoción. Con emoción no quiero decir que sea emocionante igual que subir a una montaña rusa, sino que nos viene y se va dependiendo de nuestros programas mentales que tenemos instalados en la cabeza. El dinero que tienes no es tuyo, es un préstamo que te da la vida en este momento.

Creo mi propia realidad con cada uno de los pensamientos que tengo, ¿cómo afecta eso al dinero y la abundancia? Todo depende de cómo he sido educado y de cómo he actuado hasta ahora: ¿Qué aprendí de pequeño respecto al dinero? ¿Cómo se manejaba éste en casa? ¿Agradezco a la vida el dinero que me viene, por pequeña que sea la cantidad? ¿Me tomo mal cuando tengo que pagar algo, aunque sea una multa? ¿Como reacciono cuando veo a alguien que tiene mucho dinero o a una persona pobre? ¿Siempre he creído que el dinero es algo complicado de conseguir? ¿Creo que no puedo permitirme algo que necesito o que he querido durante un tiempo? ¿Soy generoso?

Todas las respuestas a estas preguntas son señales que envío a la vida y dependiendo de ellas atraigo más o menos dinero y más o menos abundancia. Puede parecer tontería, tipo "ley de la atracción" o el libro "el secreto"... sin embargo no he leído ni uno ni el otro. Hablo desde mi experiencia.

Estos últimos días cuando he tenido tiempo libre lo he dedicado a este tema: a ser consciente para localizar pensamientos y programas mentales negativos, escribirlos, borrarlos de mi cabeza y por último insertar nuevos y mejores. Los resultados no tardaron ni 24 horas en aparecer.

Esto de la desprogramación mental me está encantando.

 (visiting new islands by boat with friends, Boris says hello)

(the dock near Pantai Tengah)

(i was impressed by this house near the river)

(common room crowded before partying)

(new friend near my room)

 (typical house of Langkawi)

(now i'm almost everyday in this place, visiting the mechanic)

(all day fishing...)
(nice motorbikes!)

 (new flag on the roof of the common room)

12 de diciembre de 2012

138 | Creación de Realidad en el Viaje

Es curioso. Hace unos pocos años todo lo que quiero en mi vida se materializa al cabo de un tiempo no muy largo. De hecho, ahora que lo reflexiono, cada vez tarda menos en materializarse.

De pequeños aprendemos -siempre hablo desde mi experiencia- en el colegio, en casa y dentro de la sociedad que la vida son hechos que pasan sin motivos aparentes y tú tienes que tratar de adaptarte a ellos y vivir lo mejor posible.  Te acabas adaptando mejor o peor a ese decorado exterior predeterminado, como si pusieran tu personaje dentro de un videojuego y tu meta fuese llegar hasta el final de la pantalla en el mejor estado posible y habiendo vivido de forma que puedas decir que vale la pena volver a repetir esa aventura.

Esto es así hasta cierto punto. Lo que no nos enseñan es que en ese videojuego nuestro personaje tiene poderes que desconocemos y que son realmente impresionantes. Empieza la partida en un lugar y condiciones determinados, sí… sin embargo tiene la oportunidad de evolucionar de tal manera que modifica ese entorno, las personas que conoce e incluso las cosas que le pasan -tanto internas como externas- mediante la elevación de su conciencia. Supongo que en este momento te preguntarás lector si me he vuelto loco a causa del sol en Langkawi. Yo también me lo pregunto a veces.

Nos dicen que nos pongamos objetivos en la vida. Objetivos grandes y objetivos pequeños. Que luchemos duro, que dediquemos nuestros mejores esfuerzos en llegar a ellos. ¿Has probado lo contrario? No me refiero a no tener objetivos, sino a tener tu misión en la vida MUY clara y luego dejarte llevar, sin luchar, sin poner energías en aquello que no te gusta, simplemente fluyendo sin ningún miedo…  las mejores cosas, situaciones y personas que me ha traído la vida nunca son las que he buscado, sino las que simplemente he esperado que viniesen, creyendo que llegarían en su momento adecuado.

Comento esto porque al poco de iniciar el viaje escribí en un documento de word una lista de cosas que quería encontrar y experimentar. Me sorprendió cuando al cabo de cuatro o cinco semanas lo releí un día por casualidad y vi que el 90% ya se había cumplido. Tendré que escribir otro más complicado por lo que veo, poniendo que quiero también un Ferrari y viajar al espacio.

Una de las frases del documento es ésta: Trabajo durante el viaje allá donde voy y creo necesario para conocer desde dentro el país en el que estoy. Trabajos en los que me desarrollo, aprendo cosas nuevas para mí y en los que pueda ayudar a personas.”

Hace seis días que he empezado a trabajar en la isla. Lo mejor de todo es que no fui yo el que buscó el trabajo, sino que, otra vez, me lo trajo la vida.

El local donde trabajo está a 30 segundos caminando desde la guesthouse. Goisland se llama. Es como una tourist office en la que además de ofrecer hoteles, billetes de avión y ferry, paquetes de turísticos a los que ir en barco y este tipo de cosas también se alquilan motos y coches, ya que aquí en la isla malaya no existe el transporte público.  

Estoy todo el día conduciendo los coches y las motos de aquí para allá, llevándolos al mecánico, a limpiar… atiendo a los clientes que vienen y tengo también mi portátil aquí conectado para los ratos muertos. No hay horario fijo, voy y vengo cuando quiero y eso me permite seguir yendo a la playa por las tardes a practicar skimboard y ver la puesta de sol y no preocuparme demasiado por el despertador por las mañanas.

No es el trabajo en el que más he cobrado en mi vida por supuesto, aquí en Malaysia los salarios son diferentes, pero si uno en los que más me divierto y eso es lo que me importa ahora mismo. Iskandar es el nombre de mi jefe y soy el primer trabajador que tiene. Su negocio no ha parado de crecer desde que empezó nueve meses atrás: de 2 motos en un principio ha pasado a tener 30 y de ningún coche a 4. Y eso es porque sabe cómo funciona el cotarro, se le nota enseguida, todo un businessman. He tenido la oportunidad de hablar mucho con él y no paro de aprender, le encanta hablar de cómo tratar a los clientes y de las cosas extrañas que le pasan cada día.

En principio y si no pasa nada raro estaré el mes que me queda en la isla trabajando y aprendiendo aquí. Navidades y año nuevo en Langkawi. Luego viene un 2013 que tiene muy buena pinta…

(the place I work now this month)

(different types of motorbikes we have)

(fifteen year old mechanic!)

(cleaning the cars...)

 (...and taking them to the mechanic)

(crazy schedules in Malaysia)

6 de diciembre de 2012

137 | Un día aleatorio en la Isla

12.34h – Me despierto de forma natural, a la hora que pide el cuerpo, como cada día aquí. Boris, mi compañero de habitación, sigue durmiendo. El despertador no existe en Langkawi. Lo primero que hago siempre es encender el ordenador para revisar los correos, inbox y redes sociales y responder a todo. Hoy aprovecho también y cuelgo una entrada para el blog que escribí ayer y ya dejé preparada. Me ducho y me cambio con ropa que me queda limpia. Veo que tendré que pasar por la lavandería mañana.

13.21h – Nada más entrar en la common room me preparo un té, que aquí me he acostumbrado a beber cada día y saludo a todo el mundo. Voy a comprar el desayuno-comida aquí al lado: a dos minutos caminando tenemos un lugar llamado 'Khatijah', en el que hay buffet libre. Hoy cojo arroz con pollo y verduras -to takeaway-, por 6,5 RM (1,6 EUR). Como en la guesthouse mientras Sam nos enseña cómo realizar un par de trucos de cartas.


15.38h – Hoy no tengo muy claro qué hacer, no hay plan y ahora mismo no me apetece ponerme a trabajar. Es un día de esos en los que quiero tener tiempo para reflexionar porque si no me vuelvo loco. No estoy disfrutando del momento, del aquí y ahora plenamente, así que para cambiar la situación voy a visitar a Iskandar aquí al lado y le pido una moto. Conduciendo disfruto, estoy solo y puedo reflexionar mejor. Me dice que por supuesto, que coja la que quiera, que ya nos conocemos... Cojo una roja de 110cc con marchas. Aquí éstas funcionan distinto y además se conduce por la izquierda, pero uno se acostumbra enseguida. De camino a la gasolinera estoy a punto de tener un accidente por culpa mía y de otro conductor que no señaliza su giro, ¡empezamos bien!


Pongo 4RM (1 EUR) de gasolina -unos 2L- para acabar de llenar el pequeño depósito y decido que hoy me apetece dar la vuelta completa a la isla. Cuando ya llevo 15 minutos conduciendo empieza a llover fuerte, así que paro a un lado de la carretera para ponerme el chubasquero. Sigo y llega un momento que tengo que parar otra vez porque la lluvia es demasiado fuerte y encima hay un camión delante mío del que saltan piedrecillas que me dan en la cara. Me doy cuenta de que he parado al lado de una playa y desde ella se ve el arcoíris más grande que he visto en mi vida. Es increíble cómo cambia el tiempo tan rápido aquí.


Después de sacar unas cuantas fotos sigo disfrutando de la moto y de estos  paisajes increíbles. Por suerte ya no llueve más en todo el trayecto. Cuando me quedan unos 20km para llegar entro en la única autopista que hay aquí y acelero la moto hasta 120km/h, que es a lo máximo que llega este trasto. De repente un local se coloca a mi izquierda y por lo que veo se dispone a echar una carrerita: 10 minutos de locura por las curvas, sin bajar en ningún momento la velocidad, pasando entre los coches y demás motos, hasta que finalmente se salta un semáforo en rojo y decido que no estoy tan loco como él. Pocas veces en la vida he disfrutado tanto conduciendo.

18.04h - Devuelvo la moto a Iskandar y le pago 6RM (1,5 EUR), que es lo que llevo en el bolsillo en ese momento.  Aún hace sol y ahora mucho calor, así que me cambio enseguida y aprovecho para ir a la playa a correr. Está llena de cangrejos, que se esconden en sus agujeros en la arena cuando me acerco. Hago el mismo recorrido de cada día corriendo: ir hasta el final de Pantai Tengah y volver, unos 20 minutos. Cuando acabo y después de bañarme un rato, me siento a meditar, simplemente sintiendo las sensaciones y contemplando ese maravilloso paisaje del que cada día descubro cosas nuevas. Hoy es una nube psicodélica, la más extraña y bonita que he visto nunca con diferencia, con diferentes colores fosforitos. Increíble. No creí que existiera algo así en el cielo, me recuerda ligeramente a las fotos de la aurora boreal... Pienso en la suerte que tengo de estar en este lugar, haciendo  con mi vida siempre lo que quiero y aprendiendo tantas cosas, encontrando respuestas a preguntas existenciales que nunca podía llegar a imaginar que pudieran ser respondidas.


Enseguida llegan a la playa Safiz, Fazleen y compañía y me devuelven al planeta tierra. Son unos amigos malayos que conocí hace unas semanas que practican “Skimboarding”, una especie de surf con tablas más pequeñas que se deslizan en agua poco profunda. Buenísimas personas, siempre me dejan una tabla y me tratan como si fuera uno más. Hoy me caigo pocas veces, por fin estoy empezando a cogerle el truquillo a esto.

Practico con ellos hasta que se hace de noche. Es genial cuando llega el punto en que se oscurece y veo las solamente siluetas de las personas con las tablas, parece una película. Cuando ya no se pueden ver las olas, último chapuzón para quitarse la tierra de encima, me invitan a una barbacoa que harán al día siguiente y uno de ellos, Azrin, insiste en llevarme en moto hasta la guesthouse, aunque solamente está a 5 minutos caminando.

20.12h – Después de ducharme, ceno lo que había comprado por la mañana. Veo que se han ido a pescar todos menos Boris, que está trabajando con su ordenador, así que me dispongo a hacer lo mismo aprovechando la calma que reina aquí. Escribo el esquema del libro que quiero publicar dentro de un tiempo y respondo mails mientras pienso acerca de ideas de negocio posibles aquí en la isla. En esas estamos, leyendo, cuando aparece Zackry, el dueño de la guesthouse. Entre otras cosas me dice que “before people traveled with guns, now with laptops” y que “one whisky a day takes the doctor away”. Esto último viene porque él bebe media botella de whisky mezclado con agua cada día desde hace 40 años. Y sigue en plena forma. Yo me parto de risa con este tipo.


00.58h – Llegan todos de pescar y paro entonces de buscar clientes a través de internet. Empezamos a beber cervezas y a jugar a poker. La partida va bien, aumentando los 5RM del principio hasta 20RM finalmente, pero llega un momento lo pierdo todo en un farol llevado hasta el límite. Hoy por desgracia las cervezas no se pagan solas.

02.50h – Salimos hacia Sunba, la única “discoteca” que hay por aquí cerca, por llamarlo de alguna manera. Ponen buena música a partir de esta hora. En un momento dado me encuentro a Lee, el camarero del restaurante que hay al lado de la guesthouse y que siempre saludo. Se me hace raro verle fuera del entorno habitual y la verdad es que es un tío muy amable y gracioso, quizá porque va un poco tocado.

04.02h –La música deja de sonar, aquí por ley tienen que cerrar a las 04.00h o si no les cae una gorda. Echo una última partida de billar antes de irse para casa a dormir, los locales aquí son unos viciados, solía jugar mucho al lado de mi casa en Barcelona; hoy he ganado una partida y he perdido otra.

04.29h – Me meto en la cama pensando en cómo cambian las cosas en tan poco tiempo. He aprendido estos últimos meses a cambiar mis estados de ánimo en el momento en que me da la gana y eso es impagable, ya que entonces cambia también la realidad que experimento. Quizá hablo de ello en un post dentro de poco. 


(Island hopping tour with friends)

29 de noviembre de 2012

136 | Personas que vienen y van

-¿Lo mejor de viajar de mochilero?

Conocer a tantas personas.

Somos seres sociales y, en mi caso, me encanta el tener la oportunidad de conocer gente. Más ahora que estoy asentado en una guesthouse de 25 habitaciones que casi siempre está llena, lo cual significa que a diario veo caras nuevas.

Estados Unidos, Alemania, Suecia, Reino Unido, Malasia, Francia, Italia, Argentina, Irlanda, Suiza, México, Noruega, Australia e incluso Palestina son los países de procedencia las personas que he conocido estas últimas semanas que ahora mismo me vienen a la cabeza. Aunque eso es lo de menos, aquí no importan países, religiones ni color, importa cómo eres con los demás. Algunos se han convertido en más especiales para mí que otros, normalmente dependiendo del tiempo que están en la isla. Aunque hay excepciones: también he pasado poco tiempo con personas que han calado hondo. Es increíble lo que puede cambiar todo en 24 horas.

Por supuesto no conozco a todos los que vienen por aquí… Es curioso ver cómo algunas de estas personas pasan gran parte de su tiempo en la common room –sala común, donde nos solemos reunir, ya sea para hablar, leer, trabajar, ver la tele, comer- mientras que otros ni siquiera la llegan a pisar una sola vez durante su estancia. Quizá tienen alergia, no lo he preguntado. Depende de lo que quiera cada uno.  

Intento invertir el mayor tiempo posible en esta sala cuando no estoy durmiendo, en la playa o visitando la isla. Es una habitación grande, con seis mesas, cocina, televisión, lavabo y un bar. Lo mejor de todo es que está abierta por una de sus paredes hacia un estanque con patos y de esta manera puedes ver naturaleza además del tiempo que hace fuera. Un lugar ideal.

(Common room here)

-¿Lo peor de viajar de mochilero?

Que esta gente especial no se queda físicamente. Todos pasan. 

Siempre cuesta despedirme de alguien cuando sé que probablemente no lo/la volveré a ver en la vida. Me quedo con una sensación de vacío que dura unas horas, mezclada con otra sensación de “como mola vivir” por haber tenido la oportunidad de conocer a alguien que me ha marcado.

En mi opinión, lidiar con la soledad, el saber estar a gusto uno consigo mismo, sin "necesitar" a nadie ni nada para sentirse completo es algo verdaderamente importante. Esa es una de las múltiples razones por las que hago esto, pues se aprende a marchas forzadas cuando uno viaja solo.

Al final son tantas las personas que pasan en tan poco tiempo que aprendo a aceptar de manera más rápida ese cambio constante que tiene nuestra existencia aquí en la tierra. Somos más de 6 mil millones de personas, las probabilidades de que dos de ellas en concreto se conozcan viajando son ínfimas, así que simplemente cuando alguien se marcha o tú mismo te marchas ¿qué mejor que las gracias a la vida por haber tenido la oportunidad de vivir esa experiencia?

Y luego por supuesto no me olvido de que existen las redes sociales, raro es que alguien no tenga cuenta de Facebook, o al menos, una dirección de mail hoy en día. Por supuesto no es lo mismo que ver a alguien en persona, pero en algo ayuda. 

Divertido esto de tener amigos desperdigados por todo el globo.

(playing cards with Sweddish, Malay and Palestinian friends!)

(Pablo, Abood, Boris, Mahmoud)

(Filippo, Boris, Pablo)

24 de noviembre de 2012

135 | Backpacking Books (I)

Antes de empezar este viaje solía escribir sobre los libros interesantes que leía. No por viajar he dejado de hacerlo ni mucho menos, así que comparto los tres libros viajeros que me acompañan en estos momentos:

On the road

Famoso y fascinante libro el de Jack Kerouac, contando las aventuras que tuvo él mismo cuando pasó parte de su vida haciendo autoestop por todo Estados Unidos, en la década de los 40, junto con su loco amigo Neal Cassady. 

Viviendo sin dinero, al límite, disfrutando como nunca de estar vivos, de la locura y del aquí y ahora. De los primeros libros subversivos. Es genial, el retrato de toda una generación. 

Puedes comprarlo en castellano por 9,98€ a través de Amazon.


Ahora mismo acabo de ver que este año se lanzó la película: 



The Best Buddhist Writting 2012

Estaba en la biblioteca de la Guesthouse. Casi todos los hostels tienen una estantería con libros y puedes coger el que quieras y llevártelo a cambio de dejar otro. Eché un vistazo y el título de este me llamó la atención, así que lo cogí. Pensé que sería interesante saber más sobre esta antigua religión ahora que estaba tan cerca de tantos templos Budistas.

Las enseñanzas budistas me atraen, ya que su manera de buscar “la verdad” se acerca bastante a la mía: mediante la meditación y el aumento de conciencia. El libro no decepciona, sus historias cortas se leen rápido y todas te hacen reflexionar; es por eso que no puedo leer más de un capítulo a la vez.

Este otro puedes encontrarlo en inglés por 9,87€ a través de Amazon


"Within the scale of the life of the cosmos, a human life is no more than a tiny blip. Each one of us is a visitor to this planet, a guest, who has only a finite time to stay. What greater folly could there be than to spend this short time lonely, unhappy, and in conflict with our fellow visitors? Far better, surely, to use our short time in pursuing meaningful life, enriched by a sense of connection with and service toward others" 

Mis conversaciones con Rebeca

Javi Ferrando, su autor, es un gran amigo. Rebeca, la del título, es una de las personas con las que más he aprendido. Se ve que Javi también aprendió de ella, llegando hasta el “despertar” y es por eso que quiso recopilar todas estas enseñanzas sobre la vida en este primer libro.


En mi caso, el momento en el que “desperté” de forma consciente en mi vida fue igual que experimentar un segundo nacimiento, la sensación fue -y sigue siendo- indescriptible: todo cambió. Tuve la suerte de tener a un gran amigo con el que compartir ese momento, igual que Javi tuvo a Rebeca. Ahora cuando leo su libro me recuerda a mis inicios hace unos meses y con él sigo interiorizando esas enseñanzas.

El libro está editado por la editorial U.N.R, con la que colaboro, y a Javi lo puedes encontrar en su blog personal. Si tienes curiosidad por leerlo, el libro se puede comprar aquí de forma online.

17 de noviembre de 2012

134 | Dinero gastado el primer mes

En estos momentos llevo justo un mes viajando. He ido apuntando hasta el más mínimo gasto que he tenido, únicamente para tenerlo un poco controlado y porque me produce curiosidad este tema. Así de friki. Primero desgloso por semanas el dinero gastado y luego el total del mes:

1ª SEMANA – Gastados en total 282 RM (70 EUR) de los cuales:
-22€ comida / 26€ alojamiento / 7€ transporte / 15€ otros
Nota: Pasé una noche en el avión y dos en casa de Nigel Lee. Gasté poco en transporte porque me llevó a todas partes en coche.

2ª SEMANA – Gastados en total 3 RM (0,75 EUR) por enviar 6 postales.
Nota: Se debe a que estuve viviendo toda la semana en casa de Susi, con la familia musulmana. Casi me arruino, creo que es la semana que menos dinero he gastado en mi vida.

3ª SEMANA – Gastados en total 1.358 RM (339 EUR) de los cuales:
-39€ comida / 31€ alojamiento / 39€ transporte / 27€ visado Thailand / 162€ móvil nuevo / 40€ otros
Nota: Estuve durmiendo y desayunando cuatro días en casa de Rick.  Viajé bastante (KL-Pinang-Langkawi) y añado también el gasto extra que supuso el comprarme un móvil nuevo.

4ª SEMANA -  Gastados en total 773 RM (193 EUR) de los cuales:
-29€ comida / 139€ alojamiento / 12€ transporte / 14€ otros
Nota: El gasto de alojamiento es más alto porque engloba todo el pago del primer mes en la Guesthouse que estoy ahora, hasta el 7 de diciembre.

TOTAL DINERO GASTADO 1er MES
90€ comida / 196€ alojamiento / 58€ transporte / 162€ movil / 97€ otros = 603 EUR

Este ha sido mi gasto… a este paso tengo dinero ahorrado para bastantes meses. Por supuesto si viajas gastas más que si te quedas en un lugar, si haces cosas de “turista” gastas más que si vives como un local y si vas únicamente por tu cuenta gastas más que si aprovechas las oportunidades que te da internet. -tipo Couchsurfing o Workaway-. Como puedes ver, todo depende de tu nivel de vida y de lo que quieras hacer.  

El dinero suele ser uno de los miedos principales del ser humano y un tema muy delicado. Más aún en España en estos tiempos. Dinero significa agua, comida y un lugar seguro en el que dormir, por tanto hoy en día y hasta que no cambien las cosas significa vida.

Nadie quiere morir y por tanto nadie quiere quedarse sin dinero. El problema viene cuando inconscientemente transformamos este pensamiento en una limitación y en un miedo. Uno de los más grandes. Tan grande llega a ser que condiciona nuestra existencia aquí en la tierra.

¿Cuántas personas tienen claro lo que harían con su vida y no lo hacen por miedo a quedarse sin dinero? Dicho de otra manera: Si tuvieras todo el dinero que quisieras, ¿a qué dedicarías tu vida?

Te aseguro que no lo dedicarías a estar en una isla tropical sin hacer nada más que ir cada día a la playa y salir de fiesta. Eso está muy bien durante unos días, no durante años, así que busca otra respuesta un poco más profunda.

Yo he sido una de esas personas llena de miedos respecto al dinero durante años. Hasta que reprogramando mi mente y quitándolos poco a poco, pude dar ese paso adelante. Y aún estoy trabajando en ello, este viaje es la escuela perfecta para eso.

Alguna vez me han preguntado que qué haré cuando se me acabe el dinero. Esa pregunta viene de las limitaciones de las que hablaba y que solemos tener en nuestra mente. ¿Por qué se tiene que acabar? ¿Por qué tengo que pensar que lo único que se puede hacer aquí es gastar y no GANAR dinero?

El mundo está lleno de oportunidades por todas partes.

Si no es trabajando por internet como hago ahora, será trabajando de agricultor en Nueva Zelanda, de camarero en Australia, de guía turístico en Langkawi, de exportador de vinos Españoles, de grumete en un petrolero en alta mar, de profesor de castellano en Korea, de mecánico en Bangkok, de vendedor en una tienda de surf en Bali, de recepcionista en un hotel, de conductor de camiones en Vietnam… o en una gran multinacional en Singapur, por poner algunos ejemplos. Abierto a cualquier experiencia y siempre con dos metas en el corazón: seguir viajando y escribiendo.

Hasta que la vida me diga que sería bueno volver a casa o asentarme en alguna parte.

(Pablo thinkig about life while watching the ocean... joke! haha, just waiting the photo)

12 de noviembre de 2012

133 | Langkawi Island

Empecé a alucinar cuando el ferry estaba aún a un cuarto de hora de atracar. Langkawi la forman 99 islas y muchas de ellas, pequeñitas, iban entonces pasando lentamente ante mis ojos.

No tenía ni idea de cómo iba a ser aquello, ya que ni siquiera me molesto en mirar las fotos de los lugares a los que me dirijo, prefiero que sea una sorpresa. Lo que sí había mirado a través de hostelworld.com es si había allí algún lugar interesante en el que alojarme y poder conocer gente. Lo había. Tenía las mejores opiniones que he visto en esa web: Zackry’s Guest House, a 20km de la ciudad principal.

En tan solo 24 horas comprendí el por qué. Estaba en una common room rodeado de personas con las que hablaba como si nos conociéramos de toda la vida y compartía habitación con un chico alemán que había conocido nada más llegar. De esta manera pago 20 RM (5 EUR) diarios por alojamiento, baño compartido, Wifi, cocina… en un lugar apartado de la ciudad y a 5 minutos caminando de la playa.

En estos momentos ya he reservado y pagado la habitación para quedarme un mes aquí. Es el lugar ideal para conocer gente, disfrutar y también empezar a trabajar a través de Internet. 

Los primeros días alquilé una moto -también por 5 EUR diarios- y recorrí la mitad de la isla. He dejado la otra mitad para más adelante. Conducir aquí es una pasada, hay poco tráfico, las normas no están muy claras y es difícil no animarse a echar una carrera con los compañeros… digooo, conducimos siempre prudentemente. 

El paisaje a los dos lados es genial. Nunca había visto algo como esto, la naturaleza aquí es impresionante. Hay animales salvajes por todas partes, cambios de tiempo repentinos... en la playa por ejemplo es normal ver como llueve en el horizonte en un lado mientras en el otro hace sol. Una maravilla.

¿Cómo es vivir en una isla? Los primeros días todo es nuevo y espectacular. Cuesta mantenerse centrado y creerse dónde está uno. Ahora que llevo una semana ya empiezo a hacerme a la idea. Como todo en la vida, uno acaba acostumbrándose. Eso no significa dejar de disfrutar, sino dejar de ver como si fuera de otro mundo todo lo que te rodea.

Una de las cosas que más me gusta hacer aquí es ir a la playa a correr. De momento todas las veces que he ido se ha puesto a llover. Después para y sale el sol. El clima aquí es muy curioso, es raro el día que no cae una tormenta durante unas horas. Varias veces he salido sin paraguas y luego he vuelto mojado literalmente hasta los calzoncillos. No aprendo.

Casi siempre está despejado por la mañana y después por la tarde el cielo se cubre con enormes nubes de todas las formas imaginables. Nunca hace frío, siempre la misma temperatura, entre 24 y 32º. A mí personalmente me encanta este continuo verano con lluvias.

El tiempo de reloj deja de ser importante, no hay horarios. Uno come y se va a dormir cuando su cuerpo se lo pide, no cuando lo establece otra persona o la sociedad.  Podría parecer que de esta manera todo es un desmadre, sin embargo es todo lo contrario. Me levanto incluso más pronto que en Barcelona y durante el día hago más cosas.

En Langkawi, como en el resto de Malasia, casi nadie cocina en casa. Las calles están repletas de de pequeños restaurantes y puestos de comida y tomar algo allí sale siempre más barato tanto en tiempo como en dinero que ir al súper y cocinar. Así que voy aquí al lado caminando y por 6-8 RM (unos 2 EUR) como variado y sano, lo que me apetezca en ese momento. Para lo demás, tipo fruta y desayuno voy a cualquiera de los pequeños supermercados que hay en la zona. Estoy aprendiendo a vivir sencillo, sin grandes necesidades y lo estoy disfrutando mucho.

Lo mejor de todo es poder conocer cada día personas nuevas que vienen a alojarse a esta Guesthouse. Quedan amigos y amigas para toda la vida. Cada uno tiene su interesante historia y se aprende muchísimo acerca de otros países y otras maneras de vivir y trabajar. La mente se abre al escuchar estas experiencias diferentes y muchas ideas frescas vienen a la cabeza.

Y si, también salimos de vez en cuando de fiesta por aquí cerca. Aún se me pone la piel de gallina cada vez que ponen esta canción en el club. Al ser la única isla Tax-Free de Malasia, el alcohol y el tabaco son mucho más baratos. Para fumadores: un paquete de cigarros te puede costar menos de 50 cent de EUR.  

No todo es hacer lo que a uno le da la real gana. Después de varios meses de reflexión acerca de mi vida, me apetecía mucho volver a trabajar aunque no lo necesite por el momento. He estado esta semana pasada preparando mi propuesta de marketing online para pequeñas empresas y a partir de hoy toca contactar con ellas para empezar a recibir clientes. He notado, aunque esto ya lo sabía de mi anterior trabajo, que uno rinde mucho más cuando tiene su propio horario. La motivación siempre está por las nubes porque trabajo cuando quiero, no cuando otra persona quiere. Nadie mejor que uno mismo para conocer las propias necesidades y momentos en los que uno está más creativo y despierto. El paradigma del trabajo cambia y la verdad es que este tema da para un libro entero, así que lo dejo aquí.

El próximo post escribiré acerca del dinero gastado en este primer mes, muchas personas me lo preguntan y por suerte he ido apuntando hasta el más mínimo gasto en el diario que tengo. 

(sunset at Chenang beach, note the raining at the right) 

(let's ride) 

(Pattaya: chicken rice inside an omelette) 

(panoramic of Zackry's Guest House) 

(at the top of the mountain, reached by cable car) 

(first day here: visiting the island)  

(almost ran over a monkey) 

(spectacular landscapes in Langkawi) 

(common room and also my office)

(my shared room now) 

(beach next door)

8 de noviembre de 2012

132 | Cuatro días en Georgetown

Segunda vez que utilizaba Couchsurfing. Segunda vez que conocía a una persona espectacular.

Estuve en casa de Rick en la ciudad de Georgetown durante 4 días, que se pueden resumir en: curarme los brazos de las picadas, probar cada día comida nueva, ir al gimnasio, visitar el centro histórico, ir al consulado de Tailandia, trabajar en casa escribiendo, visitar varios templos Budistas, cortarme el pelo, comprarme un móvil nuevo e ir al cine.

Realmente necesitaba unos días de esta vida más “normal” y parecida a la de casa.  

Era la primera vez que tenía que ir a un consulado durante mi viaje. El problema es que para alguien de España, si entras por tierra, en Tailandia solo te dejan estar 15 días. Con tan pocos días no podía hacer nada, pues tengo planes interesantes para cuando llegue allí, que iré explicando en el blog. Así que fuimos allí y después de rellenar una hoja con los datos personales, 2 fotos tamaño carnet, una fotocopia del pasaporte y 110 RM (27 EUR) me dieron un nuevo visado para 60 días.

Mucho mejor. Todo bastante rápido y los funcionarios muy amables, haciendo incluso bromas. Que uno cuando va a un consulado a pedir algo nunca sabe si quizá le ven cara de terrorista y le vetan la entrada de por vida, así que se agradece.

Aproveché también que aquí todo es mucho más barato para comprarme un móvil nuevo. Casi me daba igual el modelo, lo único que quería es que tuviese una buena cámara para poder compartir mejor este viaje. Me costó 650 RM (162 EUR) y la calidad de las fotos podéis verla debajo del post -las cinco últimas-.  

Rick me ayudó en todo, llevándome a los sitios en coche, enseñándome lugares especiales que visitar y buenos sitios para comer y ahorrándome muchísimo tiempo. Me parece espectacular el que pueda encontrar personas así, que te ofrecen alojamiento en su casa y te ayudan en cualquier cosa que necesites sin esperar absolutamente nada a cambio. Y ya he encontrado varias en mi camino… No hay palabras para agradecer algo así. Lo único que pude hacer es decirle que si algún día vuelve a Barcelona ya sabe que tiene un sitio en el que quedarse.

Por último, hace dos días compré un billete de ferry para moverme de isla, concretamente a una llamada Langkawi, aún más al norte. Nunca había visto nada igual, pero eso queda para el próximo post…

(you're going to eat all of this?) 

(one of the largest reclined Gods in a temple)  

(offers to the monks that people gives, especially robes) 

(more strange Indian food, but really tasty!)

(i loved too much...) 

(..this kind of street-art in Georgetown) 

(Pablo waiting at the entrance of a temple) 

(ferry to Langkawi at 8.30 am on Sunday) 

(reaching the new island!)
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