30 de octubre de 2012

130 | Qué espero de este viaje

Cuando te vas de viaje en plan mochilero todas las personas que vas conociendo por el camino te preguntan qué planes tienes. Mi primera respuesta es que no tengo ninguno. Luego, si seguimos hablando del tema y profundizando ya les explico que acabé la carrera, trabajé un año y medio y ahora he venido a la otra parte del mundo a vivir, conocer personas y conocerme mejor a mí mismo.

Después en los ratos libres lo he reflexionado aún más y, como me gusta poner todo por escrito para poder leerlo más adelante, lo puedo compartir con quienquiera que esté leyendo ahora mismo:

"Para recorrer este precioso planeta en el que he nacido, que se nos ha dado a la humanidad y del que formamos parte y ver así tanto sus maravillas naturales como las maravillas creadas por el hombre.  Para conocer personas iguales que yo, en mi mismo nivel de pensamiento y con los mismos ideales, de los que aprender y a los que enseñar, verdaderos amigos con los que compartir este viaje y esta pasión por la vida y que acaben siendo especiales para mí. Para conocer personas distintas y así darme cuenta de las diferencias y las igualdades culturales, de pensamiento y de percepción que hay alrededor del globo entre los seres humanos que lo habitamos. Para poder compartir esta experiencia por Internet con todas las personas que quieran leerlo; que sepan que uno puede hacer lo que de verdad quiere en la vida y ser feliz solo con proponérselo y pasar a la acción, además de entretenerse leyéndolo. Para luego quizás escribir un libro. Para poder explicar la experiencia directamente a las personas que quiero al volver a mi país de origen. Para aumentar mi conciencia, comprensión sobre la vida y conocimiento sobre mí mismo, así como mi amor hacia los demás y hacia el Universo/Dios. Para vivir una vida que valga la pena."





En otro orden, aquí no hay manera de aburrirse, si no pasa una cosa pasa otra. Estos últimos días he tenido la oportunidad de vivir desde dentro la "Fiesta del cordero" musulmana. Dura cuatro días y, para haceros una idea, es parecido a las navidades de aquí. Se me hizo raro colgar las lucecitas típicas tan pronto. Lo más impactante fue presenciar en directo cómo sacrificaban a tres vacas delante mío cortándoles el cuello y ver como agonizaban y morían. Una pena, pero así es, comemos animales cada día... después hicieron una sopa con ellas y la verdad que nunca he probado una carne igual de buena. 

Al día siguiente pudimos adentrarnos un poco en la selva y visitar un poblado indígena. No, no van con taparrabos y viven en casas de bambú. Antes quizá era así, no estoy seguro, lo que si sé es que ahora el gobierno y las corporaciones lo han invadido todo. Se ve por todas partes maquinaria pesada -trabajando incluso en Domingo- y camiones talando árboles, modificando el terreno y cargándose todo lo que hay a su paso para construir naves industriales. Igualito que en los documentales. Y esto sí que es una verdadera pena. Hasta que no haya un cambio de conciencia global creo que no se va a detener esta inconsciente destrucción del planeta en el que vivimos. Hice las fotos con otra cámara, en cuanto me las pasen por mail las cuelgo.

Ayer me despedí de Susi, Aisyah, Amira y Ammar, la familia con la que he compartido esta semana. Cuando llegué a su casa no podía imaginar una experiencia tan enriquecedora, he hecho/visto/aprendido tantas cosas que mi noción del tiempo está completamente distorsionada. Solo puedo darles las gracias por todo. Volví a KL City, último día en la ciudad. Me dediqué a dar vueltas por nuevos lugares y hacer una de las cosas que más respeto me dan, que es conocer gente por la calle. Tal cual. Cuando uno está solo está casi obligado a ello y al no ser algo que hago normalmente en Barcelona -cuando era más joven solía y no me fue nada mal, jajaja- uno tiene cierto cosquilleo antes de decir algo a alguien desconocido ¿Se pensará que soy un pesado? ¿Qué le digo? ¿Y si no tiene ganas de hablar?. Luego todo siempre sale bien y después de la impresión inicial te pones a charlar, contaros vuestras vidas e incluso hacerte fotos juntos. Es genial, cuanto más lo pones en práctica menos miedo te da la siguiente vez. 

Hoy he estado todo el día en buses. Desde Kuala Lumpur hasta Penang y de allí al centro de Georgetown, donde me ha recogido Rick, una persona genial que he conocido también a través de Couchsurfing. Hemos ido a cenar y ahora estoy escribiendo este post desde una habitación de su bonita casa. Veremos que hacer estos días, de momento mañana por la mañana al consulado de Tailandia para que me den más días de VISA en el pasaporte, que si no sólo tengo 15 y con eso no me da ni para empezar este gran país vecino.


25 de octubre de 2012

129 | Viviendo con una familia musulmana

El 60% de los Malayos son musulmanes. Si, esto es algo que tampoco sabía yo hasta hace poco.

El caso es que después de pasarme una semana en la gran ciudad, en la que tuve oportunidad de aprender a desenvolverme solo, visitar todos los lugares importantes de KL, conocer Malayos y extranjeros simpáticos, ir al cine que hay en la base de las torres Petronas y descubrir que el mero hecho de pasear y probar nuevos lugares para cenar en mi barrio -Brickfields- era genial… decidí que era hora de continuar mi camino y de paso probar qué tal funciona Workaway.info

Workaway es una web en la que te registras pagando una suscripción de 22 EUR por dos años y puedes encontrar en cada país personas que necesitan a alguien para trabajar con ellos a cambio de alojamiento y comida.

Me registré porque para un viajero al que no le falta el dinero es lo ideal: vives el país desde dentro, no como un turista. Haces lo que los locales hacen y te adaptas a sus costumbres, además de aprender miles de cosas nuevas de todo tipo. Y lo que más aprecio es que no es algo que te ata, como lo haría un trabajo más serio. 

Vi que en Malasia había varias opciones, la más cercana en ese momento y la que más me atraía, tanto por descripción como por fotos, era la de una familia musulmana que vivía a las afueras. Lo de los musulmanes del principio venía a cuento por esto.

Así que me puse en contacto con la madre, Susi, nos intercambiamos algunos mails y al cabo de dos días ya empaqueté mi casa portátil -también llamada mochila- y cogí el tren. 

Solo llegar creí que me iba a volver loco en este lugar. Me enseñaron un cuarto lleno de telarañas y ale, a limpiar. Aquí será donde duermas. Lo de dejar los zapatos en la entrada e ir descalzo al menos ya lo tenía aprendido de otros lugares (ya te imaginarás de qué color suelo tener las plantas de los pies). Además no sabía que pasaba, pues no paraba de entrar gente extraña a la casa, mucha gente. Y para poner la guinda, no había manera de conectar el ordenador y el móvil a internet. 

Lo de internet merece un capítulo aparte. Desesperación. En ese momento me di cuenta de mi enorme dependencia a la red, a estar conectado con los míos y a compartir todo lo que vivo en este blog. Me doy cuenta de que me es complicadísimo vivir aquí sin ello. Por suerte, acabé solucionando el problema y el sol volvió a brillar.

Ahora mismo llevo ya tres días viviendo aquí y la situación no podría ser mejor. He visto que tengo una capacidad de adaptación de cuestión de horas. Adaptación incluso a algo como viene siendo comer con las manos, que no es una costumbre que precisamente me vaya a llevar a casa. Estoy aquí como uno más de la familia, incluso esta mañana me han invitado a ver un festival en el colegio de Amira, la hija de 8 años. Happy Children’s Day. Es un colegio chino y jamás he visto nada igual: 500 niños bailando y cantando ‘Gagnam Style’ a la vez. Creía que soñaba.

El trabajo que realizo aquí es más que nada outdoors, en el jardín y la pequeña granja. También, ya que estamos, les ayudo con el tema blogs e internet. Lo de los árboles y las plantas es peor que cuando iba al gimnasio en Barcelona, acabo muerto, además de picado por montones de hormigas y mosquitos. Ahora en serio, la verdad es que le acabas cogiendo el gusto, pero ya me he dado cuenta de que no voy para agricultor ni nada de eso. 

Por el momento esta experiencia me está encantando.

(my house during this week) 

(Happy Children's Day...)

(...at Chinese school)

(I haven't repeated food since I'm here)

(my room now)

(the views from my room)

(Susi)

20 de octubre de 2012

128 | Sensaciones al otro lado del planeta

Cuando la mayoría de las personas piensan alguna vez en dejar de lado sus comodidades y irse a un país lejano a buscarse la vida -por la razón que sea-  suelen aparecer en escena los miedos. 

Los míos también estaban allí, no soy ninguna excepción. 

Gracias a que últimamente había realizado un trabajo interior muy grande reflexionando acerca de la vida estos miedos, sin embargo, eran solo un mero residuo de lo que podían haber sido hace un par de años.

Llegué al aeropuerto, cogí el bus que llevaba hasta la estación central de KL y fue entonces tuve un rato de calma para empezar a pensar: “Esto no es tan diferente ni tan extraño como lo pintan… esta autopista está llena de coches, ¡casi parece el camino de Barcelona a Sitges! Estoy aquí como podía estar en cualquier bus de mi ciudad, tan tranquilo…

Al pasar las horas y los días vi que quizá externamente es todo muy peculiar, lo cual lo hace aún más divertido, sin embargo en el fondo todo es lo mismo: personas viviendo.

Y luego, cuando me vi al fin solo en Kuala Lumpur, una ciudad en la otra punta del planeta, sin nadie a mi lado al que acudir, no morí de repente, ni me atracaron dejándome en bolas sin un lugar a donde ir, ni estaba rodeado de malas personas, ni cogí una enfermedad incurable, ni  me perdí definitivamente para siempre… vale, ahora exagero, pero es lo que muchos temen.  Todo se arregla solo y todo tiene solución: aprendo a buscarme la vida.

Al trasladarme al hostel, meterme en mi habitación y desempaquetar la mochila escribí esto en el cuadernillo que tengo: “Que alguien me explique por favor qué estoy haciendo aquí. Estoy cansado, hace mucho calor, esta habitación es claustrofóbica y no tiene ventanas… estoy solo. ¿Por qué tengo que empezar otra vez de cero?

Es lo que sentía en ese momento y por eso lo escribí. La sensación me duró exactamente 10 minutos. No la he vuelto a sentir más.

Todo lo que ha seguido desde entonces ha sido esa sensación de estar vivo y estar viviendo un sueño, de sorpresa y curiosidad acerca de todo lo que me rodea. Es genial.

Cuando hace unos meses me di cuenta realmente de que solo tengo una sola vida supe que esa vida tiene que ser aprovechada al máximo. Eso hace que ahora en este viaje y en mi vida mis elecciones únicamente se rijan por estas dos premisas:

1. Si una elección está basada en el miedo, aunque sea un miedo ínfimo, la retiro y  escojo otra que no esté influenciada.

2. Cuando dejo de aprender y divertirme, es señal de que algo no va bien y que la vida me dice que vaya por otro lado: entonces hay que hacer un cambio. Cueste lo que cueste.

En este blog me gustaría ir contando no solo las cosas que me pasan, que en el fondo son externas a mí (para eso en internet tienes miles de blogs de viajeros), sino también mis pensamientos y sensaciones interiores, que al fin y al cabo son los que crean mi realidad y hacen que sienta lo que me ocurre de una forma u otra.

(my neighborhood yesterday's night)

(my neighborhood this morning)

18 de octubre de 2012

127 | 3 días en Kuala Lumpur

Barcelona-Doha, 6 horas y pico. Doha-Kuala Lumpur, casi 8 horas más de vuelo. Ver tres películas, conocer dos chicas españolas, un señor Malayo y un viajero Belga, dormirme y despertarme seis veces, leer un libro, comer cuatro veces y beber tres cervezas.

Había llegado al lugar que había estado imaginando en mi mente durante casi dos meses.

Después de recoger mi mochila en el aeropuerto, directo al bus que me llevaba a la estación central de Kuala Lumpur. Allí había quedado con Nigel Lee, el chico malayo que conocí a través de Couchsurfing y que me iba a alojar en su casa los primeros días. 

Y vaya días... parece que la suerte siempre está de mi lado. Gracias a que Nigel tenía coche, hemos visitado las "Batu Caves", Chinatown, un templo indio, otro templo chino, las famosas torres Petronas (KL Twin Towers) e incluso ayer fuimos con su familia a un festival chino muy curioso. He podido vivir en su casa como un rey, sin preocuparme por nada y aprendiendo muchísimo sobre la vida aquí.

Varios aspectos impresionan en Malasia al llegar: 

- El calor continuo que hace, lo que provoca que el agua se evapore enseguida y que por ello cada día caiga durante unas horas una lluvia espectacular. También provoca que en todas partes haya ventiladores o aire acondicionado puesto a tope y que me tenga que duchar como mínimo dos veces al día para aguantarlo.   

- La gran diversidad cultural, conviven Malayos con Indios, Chinos y personas de todos los países asiáticos diría yo. Muchos tienen su propio barrio, como Little India o Chinatown y son divertidísimos de visitar. La comida merece un capítulo aparte, pero lo añado aquí, ya que la enorme variedad de platos que hay se debe a esta convivencia de culturas. No puedes recorrerte una calle entera sin encontrar varias paradas en las que comprar algo para picar.

- Los precios si vas a los sitios adecuados. Comer me ha costado hace un rato 2 EUR (7.8 MYR), el ticket de metro 0.40 cent (1.6 MYR), la habitación para pasar la noche casi 9 EUR (35 MYR)... aunque por otra parte es una ciudad en el que el desarrollo es continuo e imparable, en todas partes se ven obras y enormes edificios en construcción. Seguro que año tras año los precios van aumentando a la par que su economía evoluciona. 

Ahora mismo está diluviando fuera y escribo desde un Hostel, donde tengo una habitación de 2x2 metros con una cama y un ventilador, sin ventanas y con unos bichitos negros muy curiosos como roomates. Estaré por aquí unos días sin hacer nada más que vivir, pasear, observar, comer, escribir y pensar qué haré a partir de ahora. De momento hay una opción a punto de hacerse realidad a partir del próximo Domingo, iré actualizando...

Nigel me había ofrecido quedarme en su casa hasta que encontrara un lugar en el que trabajar o hasta que quisiera irme de viaje a visitar el país, pero amablemente le he dicho que tengo que estar solo para ir aprendiendo a vivir por mi cuenta: ir a comer por ahí, comprar lo que necesite, reservar una habitación, lavar la ropa, conocer gente... ¡seguro que volveré a verle! Si todos los Malayos son como él y su familia, este país es espectacular.


(famous KL Twin Towers of Petronas)

(at night!)

(people walking around Chinatown)

(yesterday's dinner)

(spectacular Little India)

(many buildings under construction everywhere)

(my huge room in a Hostel near KL Sentral)

(Indian Batu Caves)

(with Nigel yesterday in a night chinese festival!)

13 de octubre de 2012

126 | Cómo preparar un viaje de mochilero por el mundo

En dos días estaré volando hacia Malasia.

La cosa va al revés de lo que parece. Uno primero compra el vuelo por internet (Barcelona-Kuala Lumpur, 508 EUR, compañía Qatar Airways, 16h de vuelo con 1 escala) y después, con el “ya no puedo volverme atrás” uno empieza a informarse sobre todas sus dudas:

¿Cómo sabes lo que tienes que llevarte cuando vas a pasar meses y meses fuera de casa? ¿Cómo va esto de los visados? ¿Qué voy a hacer cuando esté allí?...

No tenía ni idea, así que empecé a mirar blogs de otros viajeros y el resultado es que todo es mucho más sencillo de lo que parece, aunque el mes de preparación no te lo quita nadie:

- Ir al consulado de Malasia en Barcelona. El visado es gratuito para Españoles por tres meses, pero el problema era que quieren una confirmación en forma de billete de vuelta para estar seguros de que te vas a marchar del país. Como no pensaba volver a casa después de estos tres meses, sino seguir viajando, pregunté si era posible coger un billete de tren en vez de uno de avión. Tras hacer una llamada a Madrid me confirmaron que sí, así que unas horas después ya tenía reservado un tren de KTMB dirección Tailandia para Diciembre por 25 MYR (= 6 EUR) que usaré si me va bien y sino no.

- Ir a tráfico para que me den la licencia internacional de conducir. Pago de 10 EUR, fotocopia carnet de conducir y una foto tamaño carnet y lo tenía listo en menos de quince minutos. 


- Hacer escaneo y fotocopia de todos los documentos importantes: pasaporte, tarjetas, licencia conducir, seguro médico, curriculum vitae…

- Liberar Smartphone por internet para que pueda ponerle cualquier tarjeta SIM del país en el que esté. En doctorsim.com por 6 EUR.

- Ir  a ponerse las vacunas pertinentes. Descubrí Barnaclínic, especializado en viajeros. Por 35 EUR te dan unos cuantos avisos y recomendaciones personalizados para tu viaje y te ponen las vacunas necesarias. He tenido que ir un total de tres veces este último mes para vacunarme.

- Abrir una cuenta bancaria en Nova Galicia (ahora Abanca). Me lo recomendaron varias personas que habían viajado a estos países, ya que no te cobran comisión por sacar dinero en cajeros extranjeros. Eso sí, al contratarlo te “obligan” a tener un seguro de vida que te cuesta 66 EUR. Lo pagué, ya que prefiero tener dos tarjetas físicas en vez de una sola de La Caixa. También tengo cuenta de Paypal y otra en ING, las cuales opero a través de Internet. 

- Registrarse en dos webs imprescindibles para viajeros (que no turistas): Couchsurfing y Workaway. La primera es mundialmente conocida, te sirve para contactar con personas de cada región que te puedan alojar de forma gratuita en su casa por unos días o con las que puedas ir a tomar un café y que te enseñen su ciudad. Los primeros días en Kuala Lumpur los pasaré en casa de un amable Malayo de mi edad que me ofreció quedarme en su casa. La segunda web, Workaway.info, es más para tema trabajo y a diferencia de Couchsurfing es de pago. El registro es de 22 EUR por dos años. Allí encuentras personas que necesitan gente para trabajar con ellos una temporada, que va desde unas pocas semanas hasta unos meses dependiendo de cada uno, y a cambio de esas 4-5h diarias te dan alojamiento y 3 comidas al día.

- Cerrar asuntos abiertos, como en mi caso el trabajo, que he dejado definitivamente y por supuesto despedirse de la gente querida. Me encanta porque ves a todas las personas que te importan en dos-tres semanas y por tanto lo pasas genial. Yo al menos lo he pasado muy bien.

- Y por último, ir a Decathlon y comprar la mochila (Forclaz 60L por 55 EUR) en la que llevo: Ordenador portátil con funda + cargador + USB 16 Gb + Smartphone + cargador + conector ordenador + auriculares + pasaporte + carpeta portadocumentos + fotos carnet para visados + agenda + un par de gafas + lentillas + liquido limpiador + saco de dormir ligero + conector universal de corriente + ladrón + bolsa ropa sucia + linterna + cuerda 3metros para tender ropa + candado + neceser con todo + bolsas de plástico + medicamentos varios por si acaso + 2 libros + dos pantalones cortos + pantalón de deporte + bañador + chubasquero + dos pares de bambas + chanclas + toalla microfibra + 5 camisetas + 2 camisas de cuadros + 7 calcetines y calzoncillos + un jersey.


Luego cuando lleve un tiempo allí contaré si todo esto que llevo hace falta o si sobran cosas.

Creo que lo más importante de todo lo que te puedes llevar es una mente abierta. Abierta a aprender de todo. Sin ningún miedo. Sabes que todo lo que te va a pasar allí, sea bueno o malo, es aprendizaje si tu lo analizas bien. Y este conocimiento/aprendizaje significa saber vivir mejor tu vida, ya que te conoces mejor a ti mismo y, por tanto, se suele traducir en felicidad.

4 de octubre de 2012

125 | ¿Y si...?


(Si de verdad estás haciendo lo que quieres en la vida no sigas leyendo esta entrada: ya te la sabes)

No puedes dejar de vivir algo que has querido hacer toda la vida -como en este caso un viaje sin billete de vuelta- por miedos

Por miedo a quedarte sin dinero -y por tanto sin comer o sin un lugar en el que dormir-, por miedo a estar solo, por miedo a que “te pase algo”, por miedo a lo desconocido, miedo a no saber incluso qué hacer cuando acabe el viaje en el plano profesional, miedo a miles de cosas que en definitiva, se traducen siempre en miedo al futuro. A no tener el futuro asegurado.

Tienes tu vida asegurada aquí y al fin y al cabo es una buena vida. Sin sobresaltos demasiado grandes. Haciendo casi lo que quieres, pero a la vez con lo de siempre. En el plano general ya sabes más o menos lo que va a pasar, solo cambiarán los detalles.

Das por sentado que no te va a faltar de nada, que lo básico siempre lo tendrás cubierto. Esa falsa sensación de seguridad que siempre has tenido. Pero quizá si que te falta algo, te falta lo más importante: hacer lo que de verdad siempre has querido en la vida.

Se puede hacer.

¿Qué es tener el futuro asegurado? Casi todo lo que hacemos desde que somos pequeños está hecho para asegurarse un futuro. Sin embargo, tú podrías morir mañana. Si, mañana. Piénsalo, entonces… ¿Qué pasaría con todos tus planes presentes y futuros?

Lo curioso es que cuando empiezas a vivir la vida tal y como tú mismo quieres* y no como te dictan otras personas o tus propios miedos, todo (llámalo universo) se alinea para ayudarte. Nunca fracasas. Es imposible. Le pones tanta pasión a lo que haces, a tu día a día, que ese empuje hace que todo salga bien. Simplemente no puede ser de otra manera.

El único requisito es quitarse los miedos. Todos. Una tarea más o menos dura y más o menos larga. 

Te aseguro que vale la pena.


*Como quieres de verdad, no como tú mismo te has hecho creer que quieres a lo largo de los años. Es importante profundizar en este aspecto.
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