-¿Lo
mejor de viajar de mochilero?
Conocer
a tantas personas.
Somos
seres sociales y, en mi caso, me encanta el tener la oportunidad de conocer
gente. Más ahora que estoy asentado en una guesthouse de 25 habitaciones que
casi siempre está llena, lo cual significa que a diario veo caras nuevas.
Estados
Unidos, Alemania, Suecia, Reino Unido, Malasia, Francia, Italia, Argentina,
Irlanda, Suiza, México, Noruega, Australia e incluso Palestina son los países
de procedencia las personas que he conocido estas últimas semanas que ahora mismo
me vienen a la cabeza. Aunque eso es lo de menos, aquí no importan países,
religiones ni color, importa cómo eres con los demás. Algunos se han convertido
en más especiales para mí que otros, normalmente dependiendo del tiempo que están
en la isla. Aunque hay excepciones: también he pasado poco tiempo con personas que
han calado hondo. Es increíble lo que puede cambiar todo en 24 horas.
Por
supuesto no conozco a todos los que vienen por aquí… Es curioso ver cómo algunas
de estas personas pasan gran parte de su tiempo en la common room –sala común,
donde nos solemos reunir, ya sea para hablar, leer, trabajar, ver la tele,
comer- mientras que otros ni siquiera la llegan a pisar una sola vez durante su
estancia. Quizá tienen alergia, no lo he preguntado. Depende de lo que quiera
cada uno.
Intento invertir el mayor tiempo posible en esta sala cuando no estoy
durmiendo, en la playa o visitando la isla. Es una habitación grande, con seis
mesas, cocina, televisión, lavabo y un bar. Lo mejor de todo es que está
abierta por una de sus paredes hacia un estanque con patos y de esta manera
puedes ver naturaleza además del tiempo que hace fuera. Un lugar ideal.
(Common room here)
-¿Lo peor de viajar de mochilero?
Que esta gente especial no se queda físicamente. Todos
pasan.
Siempre cuesta despedirme de alguien cuando sé que
probablemente no lo/la volveré a ver en la vida. Me quedo con una sensación de
vacío que dura unas horas, mezclada con otra sensación de “como mola vivir” por
haber tenido la oportunidad de conocer a alguien que me ha marcado.
En mi opinión, lidiar con la soledad, el saber estar a gusto uno consigo mismo, sin "necesitar" a nadie ni nada para sentirse completo es algo verdaderamente importante. Esa es una de las múltiples razones por las que hago esto, pues se aprende a marchas forzadas cuando uno viaja solo.
En mi opinión, lidiar con la soledad, el saber estar a gusto uno consigo mismo, sin "necesitar" a nadie ni nada para sentirse completo es algo verdaderamente importante. Esa es una de las múltiples razones por las que hago esto, pues se aprende a marchas forzadas cuando uno viaja solo.
Al final son tantas las personas que pasan en tan poco
tiempo que aprendo a aceptar de manera más rápida ese cambio constante que tiene nuestra
existencia aquí en la tierra. Somos más de
6 mil millones de personas, las probabilidades de que dos de ellas en concreto
se conozcan viajando son ínfimas, así que simplemente cuando alguien se marcha
o tú mismo te marchas ¿qué mejor que las gracias a la vida por haber tenido la oportunidad de vivir esa experiencia?
Y luego por supuesto no me olvido de que existen las redes
sociales, raro es que alguien no tenga cuenta de Facebook, o al menos, una
dirección de mail hoy en día. Por supuesto no es lo mismo que ver a alguien en
persona, pero en algo ayuda.