En la vida, cuando nos enfrentamos a una situación interior
complicada, difícil de manejar, incomprensible o que no nos gusta, la reacción
inmediata de nuestra mente es ocultarlo. Ocultárnoslo a nosotros mismos,
distrayéndonos de todas las formas posibles. Piénsalo… hay miles de cosas que
hacer antes de estar a solas y en silencio contigo mismo. Cualquiera que sea la
reacción que tengamos, definitivamente no es positiva, incluso si no llega a
ser negativa.
Lo último que queremos hacer es enfrentarnos a solas con
nuestro yo.
Algo que te puede hacer diferente y que puede cambiar
radicalmente tu vida es, cuando te enfrentas a algo así, intentar aprender de
ello. Sentirlo. Tratar de ser paciente. Es entonces, tarde o temprano, cuando te
das cuenta de que este incidente que ocurre tiene un significado muy profundo e
inexplicable debajo de esa máscara de sufrimiento.
Al final, sólo cosas buenas pueden salir de esa actitud.
En este proceso, cuando la mente está tratando de comprender
la situación, puedes encontrar muchísimos de tus sentimientos involucrados. Uno
de ellos, muy potente, es el miedo, después viene la confusión, luego más tarde llega
la prueba de la fe… y finalmente el aprendizaje.
Cuando digo: "Tengo que ser paciente", ¿Qué
significa?
Cuando digo: "No hay nada que hacer, sólo esperar",
¿Qué significa?
La vida nos entrega lo que necesitamos en cada momento...
esa es la esencia de vivir que he comprendido. El universo y sus fuerzas de no dejan de lado a un sólo ser
humano, tal es la belleza de la sincronicidad. Así que, al final, como cada
acción tiene una reacción, todos, absolutamente todos los acontecimientos
acontecidos en nuestra vida tienen un fuerte sentido existencial.
Lo que hacemos como seres humanos es resistirnos. No
queremos ese dolor, ese sufrimiento. Y eso es lo que hace las cosas difíciles.
Pero en el momento que aceptamos -o por lo menos tratamos de aceptar- entonces ponemos
nuestra vida en las manos de una fe, que no podemos ver o tocar. Nos rendimos; una
gran parte de la paciencia es la no resistencia a lo que actualmente es… y sólo eso hace que todo sea
mucho más simple. Mucho más agradable para nuestras almas.
Mucho más aceptable
para vivir y sobrevivir, después de haber aprendido, siendo mejores y más
fuertes.
Y un tipo listo me dijo una vez que, en la vida, solamente
después de las penurias y sufrimientos, es cuando todo se vuelve sencillo.
Deja que todo ocurra… y mira dónde la vida te lleva.
Pablo.
ResponderEliminarDesde donde yo puedo responder porque solo puedo hablar desde mí, claro está, veo que has comprendido todo ya.
¡Me ha encantado tu escrito!
¡Gracias por compartirlo!
Un beso
Ruth
Hola Ruth,
EliminarMuchísimas gracias, es parte de una conversación que tuve con una persona (que no quiere decir su nombre, jajaja) hace unos días. Me gustó y lo comparto aquí, me alegra que a ti también te guste :-)
Un besote!
Cuánta razón Pablo...
ResponderEliminarMagnífica entrada, espero que todo te esté yendo bien.
*M*
Muchas gracias Moni!
EliminarPor aquí todo genial, en la próxima escribiré lo que está pasando... jejeje. Espero que tu también estés bien, que no sé si sigues por el norte o ya has vuelto a Bcn!
Besos
No podías haber escogido mejor título para lo que has explicado, gran canción, de las mejores que existen :)
ResponderEliminarUn abrazo enorme pabli!
Cris
Gracias Cris! me alegro que te haya gustado, me acuerdo mucho de ti! :-)
EliminarUn abrazote