2 de marzo de 2013

151 | Un encuentro con Buda

Jannina se había marchado ese mismo día de Tacomepai. Su cabaña quedaba al final del puente de bambú. Aquel puente que él tenía que recorrer cada mañana sí o sí para llegar a la cocina. Nada más ver la puerta abierta de esa cabaña, algo en su interior le impulsó vehemente a echar un vistazo adentro.  Por simple curiosidad.

El colchón, la mosquitera… y… ¿un libro?... Sin pensárselo dos veces estiró su mano derecha para alcanzar aquel ligero conjunto de páginas y el título quedó a la vista: "Are you dreaming? Buddha speaks to the West"

Perfecto, pensó. Justo hoy había acabado por segunda vez "Hacia rutas salvajes". El título que acababan de leer sus ojos además era sugerente y vendría genial después de la experiencia meditativa en el centro budista.

Pasó los siguientes días leyendo solamente un par de páginas cada vez que tenía la oportunidad de abrir el libro. No podía ir más rápido. Cada una de las frases tenía una profundidad especial que hacía que tuviese que parar si quería interiorizarlo. Parar a reflexionar. Parar a sentir. Parar a disfrutar de esas sensaciones que le recorrían...

Al tercer día, mientras estaba disfrutando del sol matinal que secaba las gotas de su cuerpo después de haberse dado un baño en el lago, otra fuerza extraña le impulsó, sin ningún sentido, a abrir el mismo libro por su última página.

Éstas fueron las frases exactas que aparecieron ante sus ojos en ese momento:

Dr. I.D. Garuda lives in the town of Pai, in the mountains of northern Thailand. He is available to breathe and connect deeply with anyone having an instinc feeling to spend time with him. His e-mail adress is…

¡Oh! Otra señal… Una más que se suma a las ya cientos de señales que marcan la pauta de su vida. Esta sin embargo, ¡madre mía!, era clarísima…

No tardó mucho en abrir el portátil y enviar un mail al autor del libro, preguntándole si tendría inconveniente en recibirle al día siguiente.

Contestación rápida. Ningún inconveniente, por supuesto. Además le indicaba la dirección de su casa, unos metros más allá del pequeño hospital del pueblo. Genial.

Era temprano. Aparcó la moto e Isaac ya le estaba saludando desde la ventana. ‘Keep a chair and lets go to the garden, we can sit in the shade of the trees’ le dijo el anciano, después de los respectivos saludos.

‘Why are you here?’ fue su primera pregunta. Swanney no tardó en soltarse de la lengua, explicándole con todo tipo de detalles no solamente las sincronías que le habían llevado a leer su libro, sino su viaje entero, el descubrimiento de los estados de conciencia en su vida un año atrás, su experiencia reciente en el templo budista e incluso se atrevió a preguntarle si tenía algún consejo para él.

Llevaba un buen rato hablando cuando se dio cuenta que debía parar y escuchar.

Isaac sin embargo no dijo nada. Simplemente le miraba fijamente a los ojos, con una sonrisa bobalicona marcada en su rostro.

Esperó... y no ocurrió nada.

Swanney se sentía nervioso ahora, su mirada iba de un lado a otro y sus manos se movían constantemente cambiando de posición. Trató de continuar hablando, sus cuerdas vocales emitieron una frase absurda y esperó otra vez una respuesta.Una respuesta que por supuesto no llegó. 

Isaac le miraba fijamente. Con esa sonrisa…

Empezó a pensar que todo esto era muy extraño, era una situación realmente increíble. Estaba sentado delante de un completo desconocido, un desconocido al que había abierto sus sentimientos, un desconocido que no le hablaba, que se limitaba a traspasarle con la mirada y sonreír. Y... parecía como si esa mirada pudiese verlo todo en su interior.

Cientos de pensamientos de toda índole cruzaron su mente en unos pocos segundos. ‘¿Y si me voy de aquí ahora mismo?’ ‘¡Este tío está fatal!’ ‘Mierda, ¿qué hago ahora?’ ‘¿Esto está ocurriendo de verdad o es un sueño?’

Decidió aguantarle la mirada y respirar, estar presente. No podía hacer nada más. Podía elegir entre eso o marcharse directamente y, por supuesto, esta segunda opción no era la adecuada.

Inspiración... Expiración...

Silencio.

Solo entonces empezó a sentir... ¡Isaac se comunicaba con él sin palabras! Vaya sensación tan increíble... ahora sí que lo veía todo, podía entender lo que quería transmitirle. ¡Por fin! Que hevy es esto...

Pasaron dos minutos…

Cinco minutos…

¿Diez minutos?…


-¡¡¡UAAAAAHHHHHH!!!

Isaac acababa de pegar un grito que se habría oído en el barrio vecino, abriendo los brazos a la vez.

A los pocos segundos Swanney estaba casi en el suelo de la risa y del susto. ‘¡Joder, que tipo tan loco!’

Enseguida le dio las gracias en voz alta por esa enseñanza tan directa y después de calmarse continuaron charlando:

- ‘You know, my house is a safe place. A place who we can feel and be free to express all this feelings. A place who if someone cries is a blessing… because this means that you are healing yourself.’

Por supuesto él no se iba a poner a llorar aquí enmedio, pensó. Madre mía, solo faltaría eso...

-‘You’re in the right path my friend, but when you look at me you have no idea what are you looking for, i can see this’

-‘Maybe… what i can do to improve?’

-‘Feel the love to others, not only the people you know, to all the people. We are all brothers, all the same. Express this love, not only with words but with actions. Continue being awareness of your breathing during the day, this is important. And express always what you feel, even if it’s anger, anxiety, fears... in a safe place, of course’

Isaac acababa de analizar de arriba a abajo su vida interior en pocos minutos y le había dicho cómo continuar por el camino. Casi no podía creerlo.

Miles de preguntas recorrían su mente, pero decidió escoger una. ¿Cómo había llegado a ese estado de conciencia?

-‘You never know when this state of enlightenment is going to reach you… but you can be ready for it. And this is not something that only few people can feel, something for the chosen, something difficult…  all human beings can do this! And when it comes to you, it’s… WOW!!!… something that no one can explain with words… no more fears, no more doubts... and being present ll day long… true happiness’

-'Forever?'

-'Forever.'

-'Wow…'

En ese momento la función terminó. Todos los actores salieron de la escena a la vez que los focos se apagaban. Una tenue luz iluminaba el centro del escenario, donde él estaba ubicado. El público se había marchado ya hace rato. No quedaba nadie. Ningún ruido.

Algo había pasado...

Se dio cuenta de que tenía lágrimas en los ojos. Isaac le abrazó como si fueran amigos de toda la vida y se dejó llevar… riendo a carcajada limpia a la vez que lloraba de felicidad.

-‘You know… i’m not buddhist, but i’m Buddha’  

...

[Si te interesa saber más sobre los estados de conciencia, puedes leer este magnífico post de Javier Malonda]

(THE book...)

(...even if usually i try to not to learn from books)

(this is the most important thing you can remember in life)


(Garuda & Pablo)

7 comentarios:

  1. Awesome post...sin palabras.


    Josh Lakelly

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  2. ¡Muchas gracias a los dos, cracks! :-)

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  3. Anónimo4/3/13, 7:13

    Lo primero un GRACIAS muy grande por compartir esa experiencia tan íntima. Casi da pudor hacer un comentario después,pero tu generosidad, obliga a los que te seguimos.
    Vayas dónde vayas, todo lo aprendido irá contigo.
    Te fijas que el mensaje se repite...? Ahora sólo queda practicar...
    Gracias otra vez.
    Feliz viaje.

    Cáliz

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    Respuestas
    1. ¡De nada Cáliz!
      Gracias a ti por toda la ayuda que me prestas... esta anécdota ha sido de momento una de las más interesantes del viaje, en el plano de consciencia. Las sincronías para que esto sucediera fueron impresionantes. Tu lo has dicho, ahora a practicar :-)

      Un abrazo!


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  4. Eres un crack!!!

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    Respuestas
    1. Jajaja gracias Iñigo, pero para nada! Ahora recuerdo todo esto como muy lejano... ha sido genial.
      Un saludo!

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